Texto Luma
La
erosión eólica es el desgaste de las rocas o la remoción del suelo
debido a la acción del viento. La erosión eólica se produce, pues,
en zonas áridas, como los desiertos y la alta montaña. Estos tienen
además otra característica imprescindible: las grandes diferencias
de temperaturas. Esto hace que la roca se rompa y la erosión eólica
pueda actuar con mayor eficacia.
El
viento es un eficaz agente de erosión capaz de arrancar, levantar y
transportar partículas, sin embargo, su capacidad para erosionar
rocas compactas y duras es limitada. Si la superficie está
constituida por roca dura, el viento es incapaz de provocar cambios
apreciables debido a que la fuerza cohesiva del material excede a la
fuerza ejercida por el viento. Únicamente en aquellos lugares en
donde la superficie expuesta contiene partículas minerales sueltas
o poco cohesivas, el viento puede manifestar todo su potencial de
erosión y transporte. La velocidad determina la capacidad del viento
para erosionar y arrastrar partículas, pero también influye
el carácter de
los materiales,
la topografía del
terreno, la eficacia protectora de la vegetación, etc.
i
Es
evidente que un viento muy fuerte puede arrancar tierra poco
protegida en un terreno y dificultar el uso agrícola de ese
terreno.
Ahora,
un nuevo estudio corrobora la existencia de un efecto menos obvio del
viento pero igual de problemático: El viento no sólo puede
arrastrar las partículas sueltas del suelo, sino también a los
microbios beneficiosos que ayudan a enriquecer los suelos, a
limpiarlos de sustancias contaminantes, y a reciclar los nutrientes
de la tierra.
Los
resultados de los análisis indican no sólo que los conjuntos de
microbios en las partículas grandes eran diferentes a los presentes
en el polvo, sino también que los dos tipos de sedimentos
erosionados eran más ricos en ciertos tipos de microbios, en
comparación con el suelo inicial.
Es
importante saber cuáles son las especies de microbios que los suelos
agrícolas están perdiendo, tal como advierte la microbióloga
Verónica Acosta Martínez, porque diferentes microbios ejercen
diferentes papeles en los procesos del suelo.
Dicho de otro
modo, los resultados de la investigación corroboran la idea de que
la erosión ocasionada por los vientos puede tanto reducir la
diversidad microbiana general en los campos de cultivo, como también
hacer que grupos esenciales específicos de bacterias se vuelvan muy
escasos en las capas superficiales de los suelos afectados.
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