miércoles, 2 de septiembre de 2015

Texto Luma

La erosión eólica es el desgaste de las rocas o la remoción del suelo debido a la acción del viento. La erosión eólica se produce, pues, en zonas áridas, como los desiertos y la alta montaña. Estos tienen además otra característica imprescindible: las grandes diferencias de temperaturas. Esto hace que la roca se rompa y la erosión eólica pueda actuar con mayor eficacia.
El viento es un eficaz agente de erosión capaz de arrancar, levantar y transportar partículas, sin embargo, su capacidad para erosionar rocas compactas y duras es limitada. Si la superficie está constituida por roca dura, el viento es incapaz de provocar cambios apreciables debido a que la fuerza cohesiva del material excede a la fuerza ejercida por el viento. Únicamente en aquellos lugares en donde la superficie expuesta contiene partículas minerales sueltas o poco cohesivas, el viento puede manifestar todo su potencial de erosión y transporte. La velocidad determina la capacidad del viento para erosionar y arrastrar partículas, pero también influye el carácter de los materiales, la topografía del terreno, la eficacia protectora de la vegetación, etc.

i Es evidente que un viento muy fuerte puede arrancar tierra poco protegida en un terreno y dificultar el uso agrícola de ese terreno.
Ahora, un nuevo estudio corrobora la existencia de un efecto menos obvio del viento pero igual de problemático: El viento no sólo puede arrastrar las partículas sueltas del suelo, sino también a los microbios beneficiosos que ayudan a enriquecer los suelos, a limpiarlos de sustancias contaminantes, y a reciclar los nutrientes de la tierra.


Los resultados de los análisis indican no sólo que los conjuntos de microbios en las partículas grandes eran diferentes a los presentes en el polvo, sino también que los dos tipos de sedimentos erosionados eran más ricos en ciertos tipos de microbios, en comparación con el suelo inicial.

Es importante saber cuáles son las especies de microbios que los suelos agrícolas están perdiendo, tal como advierte la microbióloga Verónica Acosta Martínez, porque diferentes microbios ejercen diferentes papeles en los procesos del suelo.

Dicho de otro modo, los resultados de la investigación corroboran la idea de que la erosión ocasionada por los vientos puede tanto reducir la diversidad microbiana general en los campos de cultivo, como también hacer que grupos esenciales específicos de bacterias se vuelvan muy escasos en las capas superficiales de los suelos afectados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario